La fisioterapia de suelo pélvico es una especialidad sanitaria que abarca los problemas uro- ginecológicos. Se encarga tanto de la prevención de posibles disfunciones como de resolver problemas del área lumbo-abdomino-pélvica.

¿En qué momentos puede ayudar el tratamiento de fisioterapia de suelo pélvico?
Con preparación y toma de conciencia de las distintas estructuras que se ven modificadas a lo largo del desarrollo de la gestación. Las pérdidas de orina o el dolor lumbo-pélvico, síntomas frecuentes, que no por ello normales, pueden verse beneficiados gracias a este tratamiento.
Siendo muy recomendable una valoración tras cualquier proceso de parto. Con esta valoración inicial realizada por nuestra especialista podrás saber si posees diástasis recti y en qué estado se encuentra tu suelo pélvico y tu abdomen tras la gestación y el parto. Es muy importante realizar un buen tratamiento de las cicatrices producidos por el parto (episiotomía, cesárea, desgarros) para evitar posibles disfunciones en el tejido.
Si tienes un diagnóstico de prostatitis a bacteriana, síndrome de vejiga dolorosa, intestino irritable, etc. la fisioterapia te ayudará a mejorar tu calidad de vida ofreciéndote y enseñándote herramientas para disminuir el dolor y recuperar tu día a día.
Ya sea de esfuerzo o de urgencia, la fisioterapia de suelo pélvico se propone en todas las guías clínicas como la primera línea de abordaje para tratar la incontinencia. Gracias a la realización de una primera valoración exhaustiva por parte de nuestra especialista conseguiremos acabar con tus problemas de incontinencia urinaria.
Síntomas intestinales y/o rectales tales como el estreñimiento crónico, fisuras anales, hemorroides, incontinencia anal, etc. son patologías que se tratan también con la fisioterapia de suelo pélvico.
Lo más importante antes de comenzar con tu terapia de suelo pélvico es hacerte una valoración exhaustiva para establecer un tratamiento totalmente personalizado para ti.
Entre las técnicas utilizadas para el tratamiento de suelo pélvico están la terapia manual y miofascial, el masaje perineal, los ejercicios de suelo pélvico, método 5P, la gimnasia hipopresiva, radiofrecuencia, técnicas comportamentales y el tratamiento mediante electroestimulación.